Cerca de 8 de cada 10 hogares españoles reconoce desperdiciar alimentos, donde destacan los hogares familiares con parejas de hasta 49 años, con hijos pequeños o de edad media. Por su parte, no desperdician alimentos los hogares de parejas jóvenes sin hijos o las personas retiradas.

La renta es otro factor que influye en el derroche alimentario, por lo que las familias de clase baja y media-baja son las que menos desaprovechan, mientras que las clases de mayor nivel socioeconómico gestionan peor los alimentos en el hogar.

La revista científica internacional 'Nutrients' explica que las verduras y hortalizas (12%), los precocinados (10%), los cereales y derivados (10%), los aceites y las grasas (10%) y las legumbres (10%) , son los grupos de alimentos y bebidas que contribuyen más a generar desperdicio de comida.

Para frenar este desperdicio, España aprobó en mayo de 2023 el Proyecto de Ley de prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario cuya finalidad es «la prevención y reducción de las pérdidas y el derroche de alimentos» por parte de todos los agentes de la cadena alimentaria.